sábado, 31 de marzo de 2007

EL PAJARITO

Había sido el momento más íntimo y más discreto para una conversación. Solos en la sala, la noche fresca nos había regalado el ambiente más propicio. Sin temor los labios se movían entre confesiones y sonrisas. Cerca del techo había un pajarito con los ojos abiertos, que al parecer no pudo regresar a su nido a tiempo... y escuchó todo.

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